La confianza del consumidor en Argentina se recupera con matices relevantes 6w1l34

Análisis de Quasar Elizundia, Estratega de Investigación en Pepperstone

La reciente evolución de la confianza del consumidor en Argentina muestra señales de recuperación económica, aunque con matices claros de cautela. Según el Índice de Confianza del Consumidor (ICC), la confianza aumentó un 31,13% interanual, pero registró una ligera contracción mensual del 0,3% en febrero. Esta tendencia refleja la dualidad del panorama actual, donde el optimismo moderado sobre el futuro (+1,33% en expectativas) contrasta con el deterioro en la percepción de las condiciones presentes (-2,76%).

Además, el Indicador Adelantado avanzó un 1,12% en enero y un 5,14% interanual, impulsado por fuertes ventas de automóviles, la recuperación de la construcción y el aumento de los precios de la soja. Cabe destacar que el 70% de los componentes del IL mostraron crecimiento, lo que sugiere un escenario de consolidación gradual. Sin embargo, persiste una probabilidad del 10,80% de salir de la fase de expansión en los próximos meses, lo que requiere una evaluación cuidadosa de los riesgos.

En línea con esta evaluación, el ICC de febrero se situó en 47,3 puntos, apenas por debajo del nivel más alto registrado desde noviembre de 2023. Los subíndices muestran divergencias: la intención de compra de bienes duraderos cayó a 34,4, las condiciones financieras personales descendieron a 49,54, mientras que las condiciones macroeconómicas mejoraron ligeramente a 57,83. Además, persisten disparidades regionales: mientras que el Gran Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires registraron aumentos mensuales (1,87% y 1,04%, respectivamente), el resto del país experimentó una caída del 3,84%.

Los datos confirman que la recuperación económica de Argentina sigue siendo frágil y desigual, aunque el crecimiento interanual de más del 30% en la confianza del consumidor sugiere un potencial de mejora, siempre y cuando las condiciones externas se mantengan favorables y la demanda interna siga fortaleciéndose. Sin embargo, la caída mensual y la brecha entre los niveles de ingresos destacan áreas con menor poder adquisitivo y una percepción de incertidumbre en ciertos sectores.

De cara al futuro, el impulso de sectores clave, como la construcción y el agroindustria, junto con políticas que fomenten la inversión y el consumo, serán cruciales para sostener este repunte delicado. Si bien el panorama ofrece razones para un optimismo cauteloso, es esencial gestionar las expectativas con prudencia y mantener el enfoque en la estabilidad macroeconómica. Solo entonces se podrá consolidar un escenario en el que los indicadores positivos se traduzcan gradualmente en un crecimiento más sólido y equitativo para Argentina.

Análisis por Quasar Elizundia, Estratega de Investigación – Pepperstone